Los que consideramos más importantes son:
- La calidad de la fórmula
- La calidad de los ingredientes
- La cantidad de cada ingrediente
- El cuidado y la higiene en el proceso de fabricación
La primera es sin duda, la calidad de la fórmula.
La cantidad específica de cada ingrediente le proporcionará a tu producto unas cualidades únicas. El porcentaje de cada ingrediente proporciona unas características a cada producto. Es necesario respetar los porcentajes máximos de cada ingrediente de acuerdo a las especificaciones técnicas de tu proveedor. De lo contrario, tu maravilloso producto podría pasar de ser un maravilloso bálsamo a ser un fantástico irritante para tu piel (y la de otros...)
La calidad de los ingredientes.
La calidad de los ingredientes es quizás el factor más obvio, pero sin embargo el más olvidado.
En cosmética natural hay una variabilidad bastante amplia en cuanto a calidad de los materiales, sin embargo, a pesar de saber que la calidad de los productos es fundamental, no siempre invertimos lo suficiente para que nuestros productos destaquen por su calidad.
Tenemos un amplio abanico de productos bio, no bio, certificados, no certificados, refinados y no refinados.
Es importante observar la fecha de caducidad de nuestros ingredientes y jamás utilizar un ingrediente que está próximo a su fecha de caducidad ( a no ser que sea para uso personal y lo utilicemos antes de que caduque).
La calidad de los aceites esenciales es el punto más importante. Los aceites esenciales son unos productos con una gran variabilidad de precio por su calidad. Aunque aparentemente son muy parecidos, si compras uno de cada marca y haces una breve comparación olfativa podrás descubrir las increíbles diferencias entre las marcas. Personalmente no confío en cualquier marca de aceites esenciales. Prefiero invertir algo más de dinero y estar segura de la calidad de mis productos.
Jugar con la salud de nuestra piel es algo que preferimos no arriesgar. Precisamente el motivo por el que hemos decidido fabricar nuestros propios productos es para cuidar la materia prima, y desde luego, elegir cualquier aceite esencial sería un fallo imperdonable, por un par de euros de diferencia.
La cantidad de cada ingrediente.
Obviamente la cantidad de cada ingrediente la determina nuestra fórmula, pero ¿estamos absolutamente seguros de que nuestra receta contiene exactamente lo que debería contener?
En ocasiones las básculas que utilizamos fallan. ¿No te ha ocurrido nunca, que sigues y sigues añadiendo producto y la báscula no lo detecta? Es un típico fallo de la báscula.
¿Cómo lo solucionamos? Con un doble sistema de pesado.
Es genial utilizar dos básculas y hacer un doble sistema de pesado. ¿En qué consiste? Es fácil, pesa cada ingrediente dos veces.
Tengo que confesar que comenzar con este procedimiento es algo que me dio muchísima pereza, pero cuando comencé a hacerlo me encantó. Ahora estoy 100% segura de que mi fórmula es correcta y que sobretodo en el caso de la elaboración de jabones, la fabricación será un éxito.
¿No tienes algún jabón que no sabes por que fallo? La misma receta de siempre, pero algo salió mal?
Quizás la bascula falló. Fácil solución: Pésalo dos veces.
El cuidado y la higiene en el proceso de fabricación.
Ni qué decir tiene que la higiene en la fabricación de productos cosméticos es fundamental para la calidad de tu producto. A nadie le gusta encontrar cabellos, cosas desconocidas o incluso moho en una crema que vamos a aplicar sobre nuestra cara.
Limpia la superficie de trabajo y todos los ingredientes y desinféctalos con alcohol antes de empezar.
Desinfecta los tarros de crema antes de rellenarlos y trabaja con guantes.
La higiene es muy importante para evitar estallidos de familias de moho dentro de nuestra crema, y sobre todo es importante por otro motivo, que nuestras rutinas de limpieza, cuidado y desinfección nos hagan sentirnos orgullosos de nuestros productos y de la calidad de los mismos.
Baobab-Tree
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